No me desperté un día y decidí que quería vender camisetas. Me desperté un día y me di cuenta de que estaba harta de no verme en los diseños que había por ahí.
Todo parecía fabricado en masa, sin alma, estandarizado. Quería camisetas que realmente significaran algo: diseños que hicieran reír, pensar, recordar a alguien querido o sentirse reconocido por una vez. Ahí fue cuando me llegó la chispa:
“¿Qué pasaría si los hiciera yo mismo?”
Y así nació Onna Threads .
Empezó simple. Un diseño por aquí, una camiseta de cumpleaños por allá. Me perdía en el proceso: elegía la tipografía perfecta, combinaba colores que resaltaran, creaba una frase perfecta para que impactara . Era personal. Era terapia. Era arte.
Pero más que nada, fui yo quien finalmente apareció.
¿Ahora? Vivo para ello. Me encanta hacer camisetas personalizadas que hagan sonreír, llorar o decir: "¡Dios mío, esto es tan mío!". Esa es la magia. Por eso sigo. No es solo tinta sobre tela. Es un mensaje que puedes llevar puesto .
Así que sí, soy solo una mujer que hace esto sola, pero cada diseño viene con un poquito de corazón cosido.
Si alguna vez quisiste usar algo que expresara tu verdad, visita [www.onnathreads.com]. Apuesto a que tengo algo solo para ti.